Taïrroir fusiona la esencia de Taiwán con la palabra francesa "terroir", que se refiere al suelo, pero también a las características únicas que un vino adquiere del lugar específico donde se cultiva. El chef Kai Ho aplica este mismo concepto a su cocina, reconociendo la influencia de la herencia taiwanesa y los ingredientes locales. Sin embargo, deconstruye los clásicos, reorganizando cada plato para crear algo verdaderamente innovador. El pensamiento culinario global se infunde en el menú de Taïrroir, elevando los productos locales a un nuevo nivel.
 Kai Ho nació y creció en Taichung, la segunda ciudad más grande de Taiwán. A diferencia de muchos chefs, de niño no pasó mucho tiempo en la cocina con su madre ni su abuela. En cambio, su pasión por la cocina se desarrolló acompañando a su abuelo a diversos eventos sociales. En estos banquetes y reuniones, conoció diversos estilos culinarios, lo que lo inspiró a dedicarse a la cocina.
 “Hemos alcanzado otra dimensión de la cocina taiwanesa, una que aún no está claramente definida”, dice Ho. “Pero la gente creía que habíamos perdido el rumbo”. Los últimos siete años le han dejado con la sensación de que nadie entendía realmente su visión. Mientras el mundo intentaba categorizar y definir su estilo culinario, Ho se resistió a ser etiquetado como una simple fusión taiwanesa-francesa. Para él, lo que crea en la cocina es la expresión exterior de su mente, moldeada por su visión del mundo, experiencias únicas, habilidades adquiridas, vocabulario de sabores y exposición cultural.
 Él prefiere decir que su comida es un reflejo personal de sí mismo.
 Aunque el camino no ha sido fácil, Ho dice que aún lo disfruta. Encuentra gran satisfacción en el acto de cocinar y en la alegría de conectar con amantes de la gastronomía que comparten sus gustos. Es a través de su cocina que la gente puede realmente apreciar su pasión por lo que hace.
 “Siempre que una persona entre mil te entienda, vale la pena”, afirma con énfasis.